El tenis pone primera: Djokovic va por el Golden Slam y Rafael Nadal camina hacia el retiro y tres rivales buscan ser el uno
La temporada que comienza este jueves 28 marcará la vuelta y el posible retiro del español. Por su parte, el serbio le apunta al Golden Slam para agrandar su leyenda, con jóvenes que quieren desbancarlo.
Antes de que el mundo le dé la bienvenida a 2024, se pondrá en marcha una nueva temporada tenística con un calendario más apretado que el habitual por el torneo olímpico de París, que se jugará entre el 27 de julio y el 4 de agosto, semanas después de Wimbledon. Y aunque la nueva generación seguramente seguirá conquistando terreno, Novak Djokovic y Rafael Nadal, dos titanes de la vieja guardia, prometen robarse el protagonismo.
Nole, que cumplirá 37 años en mayo, irá a la caza del Golden Slam para seguir desafiando el paso del tiempo, agrandar aún más su leyenda y mantenerse en lo más alto de la clasificación mundial. Y Rafa, que en junio llegará a los 38, regresará a las canchas luego de casi doce meses de inactividad por un persistente problema en su cadera izquierda, con el objetivo de volver a ser competitivo y a disfrutar. Sobre todo porque este año podría -en potencial, porque no lo confirmó- marcar el final del camino para él.
Djokovic, que recibió un llamado de atención este miércoles al perder 4-6, 6-4 y 6-4 una exhibición con Carlos Alcaraz en Riad, capital de Arabia Saudita, arrancará 2024 en Perth, donde disputará con el equipo serbio el tramo inicial de la United Cup, el torneo mixto que celebrará su segunda edición.
La acción comenzará el viernes 29 (el jueves 28 a la noche en Argentina), pero Nole recién saldrá a la cancha el último día del año para el choque con China por el Grupo E. Luego los serbios enfrentarán a República Checa el 2 de enero. Si avanzan, el 3 jugarán los cuartos. Y en caso de llegar a las semis del 6 de enero, se mudarán a Sydney, que también albergará el round robin y los cuartos de otros grupos y la final del domingo 7.
Esa será la única parada del serbio previa al Abierto de Australia, que se pondrá en marcha el lunes 15 (noche argentina del domingo 14) y en el que tendrá la chance de hacer historia a lo grande.
Si defiende el título y suma su 11ª corona en Melbourne, levantará su 25° trofeo de Grand Slam, romperá el empate con Margaret Court -que consiguió su 24° y último "grande" en 1973- y se convertirá en el máximo ganador de todos los tiempos en estos torneos.
Buscará dar el primer paso hacia el Golden Slam, que consiste en conquistar los cuatro Grand Slams y el oro olímpico en una misma temporada y que solo consiguió una persona en la historia: la alemana Steffi Graf, en 1988.
Djokovic acarició ese logro en 2021, pero se le terminó escapando. Hace dos años llegó a los Juegos Olímpicos de Tokio con los primeros dos "grandes" del calendario en el bolsillo y la idea de ganar el oro para mantener vivas sus chances. Pero se quedó a las puertas de la final al caer ante Alexander Zverev y luego no pudo con Pablo Carreño Busta en el choque por el bronce. Unas semanas más tarde, perdió el título en Nueva York ante Daniil Medvedev y no pudo ser el sexto jugador en ganar el Grand Slam calendario. En 2024 irá por la revancha.
Por eso, aunque no develó su calendario completo, es seguro afirmar que -salvo algún imprevisto- jugará Roland Garros, Wimbledon y el US Open; y que entre el Slam británico y el estadounidense regresará al polvo de ladrillo de Bois de Boulogne para el certamen olímpico.
La medalla dorada es la gran cuenta pendiente de Djokovic, que nunca pudo coronarse campeón en unos Juegos. La única vez que llegó al podio fue en Beijing 2008, cuando tras caer ante Nadal en semis, venció al estadounidense James Blake en el duelo por el bronce. En Londres 2012 perdió con Andy Murray en semifinales y en el partido por el tercer puesto ante Juan Martín Del Potro, quien lo amargó otra vez en Río 2016, al eliminarlo en la primera ronda.
"Me conozco perfectamente. Sé que si estoy bien física y mentalmente, puedo conseguir (el Golden Slam). No quiero que suene arrogante ni irrespetuoso para mis rivales, pero sé quien soy y creo en mí. Estoy preparado para el desafío", aseguró en la previa de las Finales de la Davis.
Distintas serán las expectativas de Nadal para Australia y para el resto del año. El mallorquín, relegado al 666° escalón del ranking por su larga ausencia, no juega un partido oficial desde la edición pasada del "grande" oceánico, cuando perdió en la segunda ronda ante el estadounidense Mackenzie McDonald en un match en el que sufrió una lesión de grado 2 en el psoas ilíaco de la pierna izquierda. Lo que vino después fue un año de muchísima incertidumbre.
Se esperaba que retornara al circuito para la gira europea de polvo de ladrillo, su tramo preferido del calendario, pero Rafa fue postergando la vuelta una y otra vez. Cuando confirmó su baja de Roland Garros sin sorprender a nadie (era un secreto a voces que no jugaría en París), avisó que no podía poner fecha de regreso y que solo lo haría si se sentía bien físicamente y con chances de competir.
A principios de junio pasó por el quirófano para someterse a una artroscopía para tratar la lesión en el psoas y un viejo problema de cadera. Y a mediados de noviembre por fin le dio a sus fanáticos la noticia que esperaban. "Creo que sí volveré a jugar", afirmó en un video publicado en sus redes. Y días después compartió que su primer torneo será el ATP 250 de Brisbane, que arrancará el domingo 31 y para el cual recibió una invitación.
"Hubo dudas, momentos en que parecía difícil, pero se mantuvo el espíritu de trabajo, la ilusión y creo que estoy listo para volver. No sé a qué nivel, no sé qué se puede esperar, no tengo ni idea, pero tampoco me importa. Estoy con la máxima ilusión de divertirme y ser competitivo. No aspiro a nada más", comentó.
Será la segunda vez en su carrera que el español jugará en Brisbane, que marcará el puntapié a un primer semestre con muchos compromisos, tantos como le permita su cuerpo. Luego irá al Abierto de Australia (por ranking protegido sería el noveno preclasificado), una exhibición en Las Vegas con Carlos Alcaraz el 3 de marzo (quizás un indicio de que irá a Indian Wells, que comenzará tres días después) y el ATP de Barcelona, del 13 al 21 de abril.
Nadal buscará recuperar el ritmo para llegar de la mejor manera a Roland Garros, donde irá por su 15° trofeo, el 23° en un Grand Slam y, tal vez, el último de su carrera. "Hay muchas posibilidades de que 2024 sea mi último año", había avisado el español. Desde ese momento empezaron las especulaciones de que su objetivo sería jugar el "grande" francés y volver unas semanas después a París para bajarle el telón a su carrera con los Juegos Olímpicos, en ese escenario en el que se cansó de hacer historia. Pero Rafa no se quiso apurar.
"Hay posibilidades de que solo sea medio año, de que sea un año completo y de que no podamos llegar a todo eso. No quiero anunciar el retiro como tal, porque al final uno no sabe lo que puede pasar. Trabajé mucho para volver a competir y si de repente las cosas me permiten seguir adelante, para qué me voy a poner una fecha límite", reflexionó con los pies en la tierra pero sin perder la ilusión.
Novak Djokovic y su insistente búsqueda del deseado Golden Slam. Rafael Nadal y sus ganas de volver a disfrutar y a competir en un deporte que ama. Dos titanes de la vieja guardia que se perfilan como los máximos protagonistas de un 2024 tenístico muy especial.
La travesía de Novak Djokovic hacia el inédito Golden Slam estará llena de obstáculos, con rivales que irán por sus propios objetivos y, en el camino, buscarán desbancar al serbio de su posición de amo y señor del circuito. Muchos nombres podrían anotarse en ese grupo, aunque hay dos que, por lo que mostraron en 2023, tienen muchas chances de amargarlo, Carlos Alcaraz y Jannik Sinner.
El español de 20 años, líder de esa nueva generación que de a poco va copando los escenarios más importantes, fue el único capaz de imponerse ante Djokovic en 2023 en el máximo nivel. Carlitos, número dos del mundo, lo derrotó en la final de Wimbledon, la única "grande" en la que Djokovic cedió. Y solo él pudo desplazar al serbio de la cima del ranking y pelearle el liderazgo hasta el final.
De enorme primera mitad de temporada (seis títulos y una final), al murciano le costó mantener el nivel y el ritmo tras esa consagración en el All England: ya no volvió a gritar campeón y terminó el año exhausto física y mentalmente.
Con el objetivo de ser muy competitivo desde el primero al último torneo de 2024, extendió su preparación y no disputará ningún evento previo al Abierto de Australia, donde irá por su tercer Grand Slam. Solo verá acción en la exhibición que jugará con Nole en Riad.
Sinner, cuarto del mundo, tampoco tendrá competencia oficial antes del Slam oceánico. Se presentará en el Kooyong Classic, un tradicional torneo de exhibición que se realizará del 10 al 12 de enero en Melbourne. El italiano de 22 años vivió el mejor año de su carrera y fue el que más progresó entre los mejores del ranking.
Rompió la barrera del top 5 y ganó cuatro títulos, entre ellos el Masters 1000 de Toronto, el primero para él en esa categoría. Además jugó otras tres finales, las de Rotterdam, Miami y las ATP Finals de Turín, donde mostró un tenis brillante, se dio el gusto de vencer a Djokovic en un partido de round robin electrizante y cedió luego el título ante el serbio.
La semana siguiente le volvió a ganar a Nole en las semis de la Copa Davis -fue el primero en vencerlo en semanas consecutivas desde Andy Murray en 2008- y cerró el año levantando la Ensaladera de Plata. En 2024 irá a la búsqueda de los Grand Slams y del salto que le falta para terminar de consagrarse y poder aspirar seriamente al número 1, al que parece destinado.
Daniil Medvedev, otro que arrancará 2024 en Melbourne, también aparece entre los primeros en esa lista de amenazas para las aspiraciones de Djokovic. El ruso de 27 años, tercero de la clasificación y uno de los que llegó a desbancar a Nole del "1" en los últimos tres años, tuvo un 2023 positivo, aunque con altibajos: cinco títulos (incluidos Miami y Roma), salidas prematuras en Australia y en Roland Garros, semis en Wimbledon y final en Nueva York. En la nueva temporada, apuntará a recuperar la consistencia y la regularidad. Si lo logra, podría ser un dolor de cabeza para el serbio.
Detrás de ese trío aparecen el alemán Zverev, el griego Stefanos Tsitsipas y el polaco Hubert Hurkacz (jugarán la United Cup), los tres de la camada de Medvedev; y el danés Holger Rune, de la generación de Alcaraz y Sinner y quien pondrá primera en Brisbane. Todos tienen con qué doblegar a Djokovic. Habrá que ver si pueden hacerlo.
El arranque de año de los argentinos
Las primeras semanas de la temporada 2024 tendrán a varios argentinos en acción en la gira australiana de canchas duras y también en una cita asiática que vuelve al calendario tras 22 años.
Es que el ATP de Hong Kong, que se celebró por última vez en 2002, será la primera parada del año para un par de compatriotas. Francisco Cerúndolo, el mejor representante albiceleste en el ranking (está 21°), y Pedro Cachin, 70°, jugarán allí del 1° al 7 de enero.
En simultáneo, Sebastián Báez (28°) y Tomás Etcheverry (30°) se presentarán en Brisbane, que arrancará el 31 de diciembre y que podría sumar a su cuadro también a Diego Schwartzman (114°) y Francisco Comesaña (124°), anotados en la qualy.
En la segunda semana, del 8 al 13, solo los tres mejores tienen confirmado destino. Cerúndolo irá a Auckland, donde será el tercer favorito detrás del estadounidense Ben Shelton y del británico Cameron Norrie. Y Báez y Etcheverry jugarán en Adelaida, que tendrá a Tommy Paul como primer cabeza de serie.
Luego todos viajarán a Melbourne para el Abierto de Australia. Hay seis que tienen asegurados sus lugares en el cuadro principal: Cerúndolo, que estrenará como entrenador a Franco Davin, Báez, Etcheverry, Cachin, Federico Coria y Facundo Díaz Acosta. Diego Schwartzman figura en la lista de reserva y necesita muchas bajas para entrar directamente. Si no, deberá jugar la fase previa.