Gabriel Mestre: "Nunca me pudieron meter en la grieta"
El nuevo arzobispo de La Plata se refirió a la política y adelantó que su objetivo es seguir la línea de Tucho Fernández.
Voy a continuar con la tarea de “Tucho”, porque de alguna manera es encarnar lo que el Papa Francisco plantea para este tiempo”. Así lo aseguró ayer el flamante Arzobispo de La Plata, Gabriel Mestre, quien tomó el lugar de Víctor Manuel Fernández, luego de que este partiera rumbo al Vaticano para ponerse al frente del Dicasterio para la Doctrina de la Fe.
Mestre, que el pasado sábado asumió con una misa en la Catedral, mantuvo ayer un contacto con la prensa en el que abordó diferentes temas: desde los aspectos puntuales que afectan a la Ciudad, pasando por la política hasta la comunidad homosexual.
En primer término, el nuevo Arzobispo se refirió a la independencia de la Iglesia en pleno proceso electoral. La política, dijo en ese sentido, “es un tema que no condiciona la labor de un obispo, del Arzobispo o de la Iglesia, por lo tanto tiene que tener una actitud de colaboración e independencia con cualquier gobierno sea del signo que sea. Obviamente que esta colaboración o independencia puede tener matices”, aclaró.
Mestre fue consultado además por los constantes ataques del libertario Javier Milei a la Iglesia y, muy especialmente, al Papa Francisco, a quien tachó de “comunista” y de encarnar al maligno. “Hay valores que son esenciales a la doctrina social de la Iglesia y que no son valores de un espacio político en particular donde el tema del respeto y los Derechos Humanos no están”, dijo, en una crítica por elevación al líder de La Libertad Avanza.
Luego hizo una suerte de autocrítica sobre el rol de la Iglesia que, admitió, “a pesar de que tiene una historia compleja en Argentina con respecto a algunos temas, es un valor claro que hemos aprendido y hemos tenido que pedir perdón por los errores. La democracia, los Derechos Humanos, la justicia social son valores de siempre que la Iglesia Católica en cualquier lugar del mundo va a defender”, enfatizó.
En otro tramo de su mensaje a la prensa, el prelado platense se refirió a la relación de la Iglesia con la comunidad homosexual: “Recuerdo la frase del Papa Francisco ‘¿quién soy yo para juzgar?” y advirtió: “No hay que excluir a nadie.
Mestre insistió en que pondrá en práctica la voluntad dialoguista y antigrieta al frente del Arzobispado. Fue entonces que afirmó que continuará “con la tarea de Tucho, porque de alguna manera es encarnar lo que el Papa Francisco plantea para este tiempo en este documento programático que es el Evangelii gaudium”.
Por último, le dedicó palabras muy elogiosas al Sumo Pontífice: “Dios nos regala el Papa que necesitamos para cada tiempo, y a nosotros nos regaló el Papa Francisco que con los gestos y la apertura ha incorporando la dinámica de la misericordia y la perspectiva universal de integrar a las personas que por diversos motivos estaban alejadas de la Iglesia.
Esta línea del Evangelio es la que yo voy a llevar a cabo en La Plata”, concluyó.